Uno de los principales problemas empresariales es que las empresas carecen de una planificación fiscal y financiera, cuyo objetivo sea organizar y programar una serie de hechos que aseguren su supervivencia, aporte beneficios a sus socios y optimice sus recursos económicos.
Dado que este es uno de los principales económicos empresariales, hemos decidido crear un contenido para asentar las bases de cómo hacer la planificación fiscal de una empresa.
Es cierto que la realización de una planificación financiera y fiscal de una empresa no es tarea fácil; ya que son muchos los factores y circunstancias que tenemos que tener en cuenta para gestionar adecuadamente el negocio y sus recursos económicos (p. ej. selección de la razón social, planificar la contratación laboral, seleccionar las tecnologías que vamos a utilizar, etc.). Para ello, recomendamos contactar con profesionales como la Asesoría Hidalgo para que ellos te ayuden a elaborar una planificación fiscal de una empresa contratando sus servicios.
Sin duda, uno de los principales problemas a la hora elaborar una planificación fiscal para una empresa es seleccionar adecuadamente los elementos que tenemos que tener en cuenta. Hay que tener en cuenta que todas las empresas, independientemente del sector y del volumen de negocio, deben pagar impuestos y hacer frente a otras obligaciones. De no gestionarlo adecuadamente, al final tendrán que solicitar aplazamiento de su deuda con la Agencia Tributaria y con la Seguridad Social.
Conscientes de todo ello, hoy os vamos a dar las claves para hacer una planificación fiscal que optimice el coste de impuestos de tu empresa y; a su vez se sincronice con los pagos de tus acreedores habituales. Toma nota.

¿En qué consiste la planificación fiscal de una empresa?
Entendemos por planificación fiscal a un organigrama o calendario de pagos cuyo principal objetivo es minimizar el coste impositivo, dentro de los parámetros legales permitidos. Gracias a esta planificación fiscal y financiera, siempre estaremos al corriente nuestras obligaciones y, aminoraremos las posibilidades de solicitar préstamos o aplazamientos.
Consideramos que desde la fundación del negocio, es imprescindible desarrollar una estrategia fiscal y financiera; pues se trata pues de postergar, prevenir, evitar o minimizar determinadas cargas impositivas del contribuyente.
De hecho, cuando iniciamos un negocio, ya deberías planificar el modo de operar (empresario unipersonal o autónomo, sociedad de capital, sociedad colectiva, comunidad de bienes, etc.). Según la forma en la que operemos tendremos que hacer frente a una serie de pagos y esta forma de operar afectara a la tributación de manera considerable.
Por ejemplo, las sociedades de capital tienen la opción de tributar mediante pagos fraccionados del impuesto de sociedades por la opción A o B. Independientemente del método escogido, se va a tributar la misma cuantía, pero cambian los plazos para hacerlo.
Aspectos a tener en cuenta al llevar a cabo una planificación fiscal
Tenemos que tener en cuenta que cada empresa es diferente y no existe un manual o una solución eficaz para todas ellas, sino que dependerá de las circunstancias y factores de esa empresa para elaborar adecuadamente esa planificación fiscal.
Por ese motivo, es importante tener en cuenta tres aspectos claves:
- Personalización: cada negocio es diferente. Hay que tener en cuenta todos los elementos que lo conforman, teniendo en cuenta tanto sus ingresos como sus obligaciones de pago.
- Actualización: la planificación fiscal debe adaptarse al paso del tiempo. Cada ejercicio es diferente, pues los negocios sufren transformaciones constantemente tanto en las cuotas que deben soportar en la Seguridad Social y los impuestos a pagar en la Agencia Tributaria, como en las obligaciones con terceros. Además, las leyes cambian, trayendo consigo nuevos aspectos que deberemos tener en cuenta a la hora de diseñar nuestra planificación.
- Anticipación: para llevar a cabo una buena planificación fiscal tenemos que anticiparnos en calcular los costes que vamos a tener que satisfacer.
1) Analizar la documentación
Para confeccionar una planificación adecuada, es imprescindible analizar correctamente la documentación que genera nuestra empresa. No sólo hay que tener en cuenta facturas de gastos e ingresos y los impuestos que hayamos confeccionado, sino también gastos de personal (nóminas y seguros sociales), contratos civiles y mercantiles que nos obliguen a efectuar pagos a terceros, el capital social, la forma en que los socios remuneran sus cargos, etc.
Muchas empresas optan por automatizar algunos de estos procesos gracias a herramientas que permiten mantener perfectamente organizada toda la información necesaria.
Sea como sea, no podemos dejarlo todo en mano de la memoria humana, ya que tarde o temprano podemos olvidarnos de alguna información. Si no queremos optar por la automatización, deberemos llevar una buena agenda y un buen archivo de la documentación que generemos.
2) Reportar ingresos
Llevar un estricto control de ingresos es fundamental para evitar cualquier tipo de descuido. La falta de diligencia puede acarrear sanciones por parte de la Administración Pública, y dependiendo de la cuantía, que se califique como intento de evasión fiscal.
En caso de cometer un error y detectarlo antes que la Administración Pública, lo suyo es corregir ese error modificando las autoliquidaciones (declaración complementaria rectificativa).
3) Maximizar las deducciones personales
Asimismo, es fundamental asesorarnos sobre todas las deducciones fiscales que tenemos según la forma que operemos (sociedad, autónomo, etc.) y según las circunstancias de nuestra empresa, así como el tipo de actividad que estamos desarrollando.
Igualmente, es importante mantener actualizado este tipo de información, dado que las leyes cambian, modificando los límites de las deducciones, eliminando algunas y creando otras.
4) Establecer un calendario de pago
Es bueno elaborar un organigrama de pagos de todas nuestras obligaciones, tanto públicas como privadas.
En caso de ser insolventes, tendernos que recurrir a tiempo al concurso de acreedores, pues en caso contrario, nos pueden derivar responsabilidades al administrador de la sociedad.
Otra posibilidad es buscar una financiación externa (p. ej. préstamo) que permita pagar a todos nuestros acreedores y deudas a corto plazo. Para la búsqueda de esta financiación es importante analizar el tipo de interés que nos cobran, pues muchas veces sale más favorable fraccionar y aplazar la deuda con los organismos públicos directamente que solicitar un préstamo al banco.
5) Controlar el banco
Igualmente, es importante disponer de un método para controlar toda entrada y salida de capital en nuestra cartilla bancaria.
6) Controlar el pago de retenciones
Cuando somos un negocio o empresa, en muchas ocasiones tenemos que pagar retenciones por contratar los servicios externos de otros profesionales o pagar las retenciones que se aplican obligatoriamente al alquiler que estamos pagando.
Cada vez que recibamos una factura de gasto que lleven retenciones, debemos ser conscientes que este dato incrementará a la cuantía que tenemos que pagar en el modelo 111.
Y este dato hay que unirlo al de nuestro personal laboral, que mediante las nóminas, tendremos que pagarle las retenciones correspondientes a nuestros empleados.
7) Aplicar correctamente la depreciación
También es importante tener en cuenta los criterios de depreciación del inmovilizado material de la compañía; puesto que, por ejemplo, en determinados casos, se pueden realizar amortizaciones aceleradas o pueden existir limitaciones a estas.
Conclusiones
Disponer de una buena planificación fiscal ayudará a las empresas y negocios a reducir su carga tributaria y a cumplir con sus obligaciones de pago frente a terceros.
Es cierto que algunos empresarios optan por evadir y eludir sus responsabilidades fiscales, reduciendo su carga impositiva. No obstante, esta opción no es la recomendable, pues corres el riesgo de ser inspeccionado, teniendo que pagar lo que deberías, acarrear con una sanción y con los intereses de demora.
Por ese motivo, eres recomendable contactar con un profesional jurídico que pueda atender a todas tus preocupaciones y que, gracias a sus consejos, puedas elaborar una buena planificación fiscal para pagar tus impuestos.

Enrique Ruiz Prieto
¡Hola! Soy abogado, consultor jurídico de empresas y asesor fiscal y laboral. Amo los viajes, las historias y las narraciones, la tecnología, la justicia social y el emprendimiento. Si te gustan estos temas, te invito a quedarte y leer mi blog, donde te enseñaré a comprender el apasionante mundo del derecho y el funcionamiento de las tecnológicas digitales.

