Estamos en pleno proceso de presentar la Declaración Anual de la Renta (IRPF) y, con ello, surgen los trámites necesarios para asegurarnos de hacerlo correctamente ante la Agencia Tributaria. Muchos contribuyentes se preguntan si es necesario traducir documentos para presentar la declaración de la RENTA o no es necesario hacerlo.
En un principio, lo cierto es que no tenemos porqué realizar una traducción jurada para hacer la RENTA, dado que estos documentos sólo tenemos que entregarlos en caso de una inspección de Hacienda y; nosotros mismos podemos hacer la RENTA o encargarla a un tercero sin necesidad de traducir documentos.
No obstante, recomendamos que se traduzcan aquellos documentos oficiales que son imprescindibles para elaborarla, dado que en caso de una inspección de la Agencia Tributaria, tan sólo tendremos 10 días hábiles para adjuntar dichos documentos traducidos. Asimismo, si delegamos esta tarea en un asesor fiscal, éste entenderá perfectamente la información que contiene el documento, dado que muchas veces, la traducción que ofrecen software de traducción sin inexactas y puede provocar confusión y error. Asimismo, si necesitamos que los funcionarios del Estado nos realicen la RENTA vamos a necesitar traducir dichos documentos.
Valeria Gambi es una traductora jurada que realiza traducciones profesionales de cualquier documento oficial escrito en francés al español o viceversa; entre ellos los más usuales para hacer la Declaración de la RENTA: documentos notariales, contratos laborales, mercantiles o civiles, documentación bancaria, certificados de cuenta, nóminas laborales, certificados de no tribulación en otros países, certificados fiscales, etc.

¿Cuándo puede la Agencia Tributaria solicitar una traducción jurada?
La Agencia Tributaria puede solicitar una traducción jurada cuando necesite examinar documentos en un idioma extranjero para fines legales, administrativos o de auditoría. Algunos casos en los que la Agencia Tributaria puede requerir una traducción jurada son los siguientes:
- Declaraciones de impuestos: Si presentas una declaración de impuestos en un idioma distinto al oficial del país, es posible que la Agencia Tributaria solicite una traducción jurada de los documentos relevantes para llevar a cabo la revisión y verificación correspondientes. Este supuesto se da mucho cuando un contribuyente ha satisfecho un impuesto en otro país que es deducible por convenio de doble imposición en nuestro país. Por ejemplo, un trabajador que haya prestado servicios por cuenta ajena durante 3 meses en Francia y el resto en España. Tendrá que tributar en Renta por todos los rendimientos del trabajo que haya obtenido en España, pero también en Francia, deduciéndose los impuestos y retenciones que se haya practicado en Francia para no pagar dos veces por el mismo hecho impositivo.
- Documentos contables: Si tienes libros contables, estados financieros u otro tipo de documentos contables en un idioma extranjero, es posible que se te solicite una traducción jurada para que la Agencia Tributaria pueda examinar y evaluar correctamente tu situación fiscal.
- Contratos o acuerdos internacionales: Si estás involucrado en transacciones comerciales internacionales y la Agencia Tributaria necesita revisar los contratos, acuerdos o documentos relacionados en un idioma extranjero, es probable que te pidan una traducción jurada.
- Documentos de importación o exportación: Si estás implicado en actividades de importación o exportación y presentas documentos aduaneros o de comercio exterior en un idioma distinto al oficial, la Agencia Tributaria podría requerir una traducción jurada para verificar y procesar adecuadamente dichos documentos.
En resumen, la Agencia Tributaria puede solicitar una traducción jurada cuando necesite examinar y comprender documentos en un idioma extranjero para llevar a cabo sus funciones y cumplir con las regulaciones fiscales y aduaneras.
Documentos más habituales a traducir para la declaración de la renta:
Los documentos más habituales que se suelen traducir son los siguientes:
- Documentos notariales: escrituras de compraventa, poderes notariales, etc.
- Contratos de trabajo (rendimientos del trabajo), mercantiles (actividades económicas), civiles (pensiones de alimentos y alquileres).
- Certificados de residencia fiscal.
- Certificados de empresa.
- Certificados de sueldo y retribución.
- Nóminas y certificados de trabajo de cualquier índole.
- Movimientos bancarios.
- Certificados de cuenta.
- Certificados de pensión o certificados de ingresos de diversas características.
- Certificados de nacimiento, defunción, matrimonio o divorcio.
- Certificados de familia numerosa.
- Certificados de fondos de pensiones.
- Pólizas de seguros.
- Facturas de luz, agua, comunidad.
- etc.
¿Cuáles son los requisitos para para que las traducciones sean válidas?
Las traducciones de documentos de la renta deben ser realizadas por traductores jurados oficiales nombrados por el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación de España. Estas traducciones suelen ser requisito imprescindible, aunque la Agencia Tributaria puede solicitar excepcionalmente documentos sin legalizar (Apostilla de La Haya o legalización diplomática).
Las traducciones de Valeria Gambi están firmadas y selladas por ella como traductora jurada, nombrada por el Ministerio, requisito imprescindible para demostrar veracidad en la documentación. Además, la traducción la imprime en papel timbrado del Estado, para que la certificación sea más oficial y puedas presentarla ante cualquier organismo con total seguridad.
Como abogados y asesores jurídicos recomendamos que el traductor jurado seleccionado, cumpla una serie de características. Sabemos que Valeria Gambi ofrece todas estas características, pero no todos los traductores lo hacen:
- 1) Garantía de la terminología correcta en la documentación laboral y fiscal en francés. Es crucial asegurar una precisa traducción de los términos utilizados en los documentos de la renta al presentarlos y es fundamental utilizar la terminología jurídica o fiscal establecida para traducir los términos utilizados en los documentos. Esto no implica necesariamente adaptar todos los términos a la realidad fiscal de España, ya que los sistemas fiscales pueden diferir entre países.
- 2) Plazos de entrega firmes y concisos. Los plazos para presentar los documentos para la declaración de la renta no suelen ser muy amplios, por ese motivo hay que asegurase de la disponibilidad del traductor jurado para tener dichos documentos listas para presentar.
- 3) Confidencialidad desde la primera toma de contacto. Es bueno que el traductor jurado se ampare en su obligación de secreto profesional, es decir, se obligue a guardar los secretos que conozca como consecuencia de su actividad profesional.
Además, estos mismos consejos, también son trasladados para el Impuesto sobre Sociedades, que precisamente se presenta el mes que viene.

Enrique Ruiz Prieto
¡Hola! Soy abogado, consultor jurídico de empresas y asesor fiscal y laboral. Amo los viajes, las historias y las narraciones, la tecnología, la justicia social y el emprendimiento. Si te gustan estos temas, te invito a quedarte y leer mi blog, donde te enseñaré a comprender el apasionante mundo del derecho y el funcionamiento de las tecnológicas digitales.

