En la actualidad, existen muchas personas que desconocen que es el concurso de acreedores y para qué sirve. Podríamos definir al concurso de acreedores como un instrumento que tiene toda empresa para resolver una situación económica de insolvencia, extraordinaria y de crisis.
Las empresas pueden utilizar este mecanismo cuando no tiene la suficiente liquidez para cumplir sus obligaciones económicas a causa dela falta de solvencia de las empresas.
No obstante, el Real Decreto Legislativo 1/2020, de 5 de mayo, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley Concursal, contempla que sólo se someterán a concurso de acreedores aquellas empresas que carecen de los medios económicos adecuados para cumplir regularmente sus obligaciones exigibles.
Por tanto, únicamente podrán acogerse al concurso de acreedores aquellas empresas que estén en situación de riesgo económico y tengan dificultades para pagar y afrontar sus deudas. De esta manera, mediante el concurso de acreedores, pagará el conjunto de las deudas que se hayan asumido con los acreedores y; se podrá ejecutar una quita del 50% de los créditos clasificados como ordinarios.
¿Cuándo se puede solicitar un concurso de acreedores?
Para solicitar el concurso de acreedores, la empresa debe encontrarse en una situación de insolvencia, es decir, que sus circunstancias no le permitan cumplir regularmente sus obligaciones crediticias, tributarias, salarios, indemnizaciones, seguridad social o de cualquier otro tipo.
Además, esta insolvencia debe ser inminente y actual. El deudor debe encontrarse en una situación que sepa que dentro de 2 meses no podrá cumplir con los pagos de todos sus acreedores y de todas sus obligaciones fiscales y de cualquier otro tipo.
Para ello, el administrador de la sociedad puede recurrir a al concurso de acreedores para que se satisfaga el mayor número de deudas posibles. Además, gracias a este mecanismo, hay una jerarquía de créditos que gozan preferencia y el reparto o pago se ejecutará conforme a la ley y; no en base a un criterio arbitrario.
¿Quiénes están legitimados para solicitar la declaración del concurso de acreedores?
En primer lugar, el deudor es el pr9imer sujeto que tiene la potestad para instar un concurso. Pero también, puede hacerlo cualquiera de sus acreedores.
En ambos casos, se nombrará un mediador concursal que será ajeno a la sociedad y se encargará de iniciar el procedimiento y de firmar los acuerdos extrajudiciales de pagos.
Si el deudor es una persona jurídica, el concurso de acreedores debe ser solicitado por el órgano competente para solicitar la declaración del concurso son el órgano de administración o de liquidación.
¿Cuáles son los plazos?
Los plazos empiezan a contar desde el momento que el deudor sepa que es insolvente y no puede pagar sus deudas y obligaciones contraídas en un periodo corto de tiempo.
Según el artículo 5 del Real Decreto Legislativo 1/2020 de 5 de mayo, el deudor no sólo está legitimado para solicitar su declaración de concurso, sino que deberá solicitar la declaración de concurso dentro de los dos meses siguientes a la fecha en que hubiera conocido o debido conocer su estado de insolvencia.
No obstante, antes de que finalice el plazo, el deudor puede negociar la deuda con cada uno de sus acreedores antes de solicitar el propio concurso de acreedores. En este supuesto, el deudor deberá notificar al juzgado que ha iniciado negociaciones para alcanzar el acuerdo de refinanciación.
Desde esta comunicación al juzgado, no se podrá iniciar ejecuciones judiciales, ni ejecuciones extrajudiciales de bienes o derechos que resulten necesarios para la continuidad de la actividad profesional o empresarial del deudor; ya que el concurso de acreedores es una herramienta para que la empresa pague a sus acreedores y, si es posible, sobrevida de esa situación de insolvencia.
Asimismo, el deudor tiene el derecho a solicitar de manera expresa que dicho concurso no sea publicado en los registros pertinentes durante el periodo de negociaciones. De esta manera, su situación de insolvencia no será pública y le permitirá negociar su refinanciación sin que los demás sepan su situación.
Transcurridos 3 meses desde la comunicación al juzgado, el deudor siempre tendrá que solicitar la declaración de concurso, haya o no alcanzado un acuerdo de refinanciación. Y lo tendrá que hacer en el siguiente mes hábil.
¿Cuándo se presupone que el deudor conocía su estado de insolvencia?
En este sentido, se presumirá que el deudor ha conocido su estado de insolvencia cuando se ha producido:
- El sobreseimiento general en el pago corriente de las obligaciones del deudor;
- La existencia de embargos por ejecuciones pendientes que afecten de una manera general al patrimonio del deudor;
- El alzamiento o la liquidación apresurada o ruinosa de sus bienes;
- El incumplimiento generalizado de obligaciones de alguna de las clases siguientes: las de pago de obligaciones tributarias exigibles durante los tres meses anteriores a la solicitud de concurso; las de pago de cuotas de la Seguridad Social, y demás conceptos de recaudación conjunta durante el mismo período; las de pago de salarios e indemnizaciones y demás retribuciones derivadas de las relaciones de trabajo correspondientes a las tres últimas mensualidades.
Por otra parte, el artículo 442 de la Ley Concursal establece que el concurso se calificará como culpable cuando en la generación o agravación del estado de insolvencia hubiera mediado dolo o culpa grave de sus administradores o liquidadores. Se presumirá culpable el concurso cuando hubieran los administradores hubiera incumplido el deber de solicitar la declaración del concurso, o el deber de colaboración con el Juez del concurso entre otros casos.
Tipos de concurso de acreedores
Hay dos formas de solicitar dicho concurso:
- 1) De forma voluntaria. En este caso es la persona física o responsable de la empresa la que solicita de forma voluntaria el concurso de acreedores.
- Es importante resaltar que dicha persona está realmente obligada en caso de conocer la situación de insolvencia de su sociedad.
- En caso contrario, puede recaer sobre la misma tanto multas como responsabilidad civil y penal si el juez considera que la quiebra es provocada por fines ilícitos.
- 2) Forzosa. Es cuando uno de los socios o de los acreedores solicitan el concurso de una sociedad.
Podéis leer más sobre el concurso de acreedores en estos esquemas creados por nosotros.
Fases del concurso de acreedores
En todo concurso existen cuatro fases:
1. Fase común
Es la primera fase del concurso de acreedores, donde tendrá lugar la solicitud de la declaración del concurso.
Una vez recibida la solicitud por parte del juez, éste estudiará la viabilidad del concurso y las medidas cautelares que debe aplicar.
Acto seguido, dictará una resolución judicial, declarando el concurso o desestimando la solicitud de concurso.
En caso de declarar el concurso, inmediatamente después, se determinará la masa activa que hay en la empresa, la masa pasiva y se clasifican los créditos (deudas) que tiene la misma, organizando la prelación de los mismos.
2. Fase de convenio
En la segunda fase o fase de convenio tiene lugar la recepción de las propuestas de convenio que el deudor y cualquier acreedor presente.
Dichas propuestas deben contener proposición de quita o espero, pudiendo incluir ambas en un mismo convenio, especificando siempre un plan de pagos minucioso.
Necesariamente, las proposiciones deben presuponer la continuidad de la actividad empresarial o profesional del concursado.
Una vez concluida la recepción de todas las propuestas, los acreedores votarán aquellas que más les interesen. Este voto lo ejercen en la denominada junta de acreedores.
Aquella propuesta de convenio con mayoría suficiente será la aprobada por el juez, siempre y cuando no adolezca de ningún defecto o infracción.
3. Fase de liquidación
La tercera fase del concurso de acreedores es la fase de liquidación. Esta consiste en vender todos los bienes del deudor con el objetivo de pagar la máxima deuda posible, siguiendo el orden de prioridad marcado por la ley.
Esta fase puede ser solicitada por el deudor concursado en cualquier momento del concurso.
En el supuesto que el deudor no lo solicite y no haya propuestas de convenio viables o no se haya aprobado ninguna de ellas, también tendrá que abrirse la fase de liquidación.
Una vez abierta la fase de liquidación, el deudor pierde todas sus facultades de administración y será el administrador concursal el encargado de realizar todas esas operaciones.
4. Fase de Calificación
Finalmente, en la fase cuarta existe una reflexión sobre el concurso de acreedores y una calificación.
Dicha calificación consiste en catalogarlo como fortuito o como culpable (cuando en la generación de insolvencia se aprecie dolo o culpa grave del deudor).
Si se declara este último, los afectados serán inhabilitados para administrar bienes ajenos y deberán devolver los bienes o derechos que hubieran obtenido indebidamente del patrimonio del deudor. Además, habrá que indemnizar por daños y perjuicios.
Enrique Ruiz Prieto
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